Ignacio Camacho y el artista Ricardo Suárez pasean Sevilla, la ciudad que inventó el Barroco a orillas del río mayor de Andalucía
Para el columnista Ignacio Camacho, Sevilla es una idealización, «una utopía reconstruida por la memoria del esplendor desvanecido que permanece en la conciencia profunda de la ciudad como una seña de identidad inmune al desgaste del tiempo, de la decadencia y del olvido». En ninguna otra ciudad de España el Barroco cobra tanto interés y significado. La capital de Andalucía convierte esta corriente artística en un adjetivo que permea la Semana Santa y el resto de tradiciones festivas, y que extiende su narrativa a la trama urbana, a la literatura, al valor de su pintura y su música. Y todo ello para convertir esta realidad cosida a un río en una de las ciudades más bellas del mundo.