Confieso mi debilidad por las cuidadas ediciones de Acantilado para justificar que Mi padre y su museo es para mí uno de esos libros irresistibles, que despiertan el ansia por su lectura solo con verlo, sin necesidad de saber más; su título y el cuadro de Hammershøi que ilustra su cubierta son un flechazo inmediato. Aguarda brevemente cerrado, hasta que pospongo cualquier otra tarea para dejarme atrapar por sus deliciosas páginas, que relatan una de esas historias a la sombra de la Historia.  

Hija del fundador del Museo de Bellas Artes de Moscú (hoy, Museo Pushkin), la poeta Marina Tsvietáieva (1892-1941) rememora en esta recopilación de breves relatos un gran acontecimiento histórico, la creación del museo a la que su padre, Iván Vladímirovich Tsvetáiev, consagró su vida, a través de impresiones de su infancia y su juventud, de episodios de una existencia cotidiana y familiar marcada por la dedicación paterna. La búsqueda de financiación para el proyecto, la construcción del edificio, la compra de piezas para la colección, la fastuosa inauguración con la presencia del zar, recorren los breves relatos de Tsvietáieva. Pero son sólo un escenario de fondo para diversas anécdotas personales que sitúan al lector en la otra cara de esa historia que acaba codificada en los manuales, desprovista en ellos de toda la poética que rebosa, en cambio, este maravilloso libro. Yo ya me he rendido a sus encantos, así que cedo gustosamente el testigo al próximo lector que pose sus ojos sobre él en la Tienda del Museo Carmen Thyssen Málaga.

Bárbara García Menéndez

Jefa del Área de Conservación