El ojo sensible de Delacroix, figura central del romanticismo, captó en sus acuarelas y dibujos, pero también en las cartas que escribió desde Marruecos y Andalucía, toda la luz, el color y la belleza que descubrió en esas tierras del sur.
Esta bonita edición presenta una selección de esta correspondencia.
Eugène Delacroix, la más relevante figura del romanticismo pictórico, viajó como agregado en la misión diplomática que Luis Felipe de Francia envió al Sultán de Marruecos en 1832.