Escultura realizada artesanalmente en resina y que reproduce el motivo central de la obra “El hijo del hombre” de René Magritte.
“El hijo del hombre” fue un encargo que realizó el abogado y crítico de arte belga Harry Torcyner a Magritte. Torcyner le pidió un autorretrato que reflejará el estilo de los pintores flamencos Rubens y Ensor.
El título de la obra lo aportó la poetisa surrealista belga Iréne Hamoir, amiga y modelo de Magritte.
Esta escultura se ha producido individualmente siguiendo técnicas de artesanales de la mayor calidad.
Medidas de la pieza: 10,5 x 13 x 5 cm.